Informe - entrevista

Rosario Abriga
“La solidaridad es la ternura de los pueblos” (Gioconda Belli)

Por Sofía Rosconi

Es junio en Rosario. El otoño y sus hojas secas se alejan poco a poco para darle espacio al invierno, a la tierra dormida bajo el frío, a las flores muertas, al aroma a soledad en las calles, a la ausencia de aves y a personas impacientes por volver a casa, que sueñan con encontrar en sus viviendas agradables estufas encendidas. Las bajas temperaturas hacen que las citas más placenteras sean con confortables camas o sofás, platos de comida calientes, pocillos humeantes y películas en la comodidad del hogar. La ropa de abrigo se torna tan agradable como imprescindible, sin dejar de mencionar que el clima invernal suele causar en la gente una evidente sensación de fatiga. No obstante, las excepciones existen en todos los casos y no son pocas las oportunidades en las que se hacen notar. 

En el sexto mes del año 2011, más concretamente en el día número seis, una mujer se despertó con más vitalidad que nunca y decidió poner manos a la obra para iniciar un proyecto solidario. Su objetivo principal era dar cobija a todos los bebés con carencias que nacen en sanatorios y maternidades públicas de la ciudad y sus alrededores. ¿Cómo cumplir con este propósito? Muy sencillo: a través de la donación de acogedoras mantas. La idea es que estuvieran confeccionadas con más que sólo lanas y telas, es decir, que fueran elaboradas con amor y cooperación mutua; sin ningún tipo de provecho encubierto, sólo el de ayudar a quienes más lo precisan. Un año después de tan humanitaria iniciativa, lo que empezó siendo una simple aspiración actualmente es un hecho: en un lapso de seis meses se donaron alrededor de cien mantas en el Hospital Provincial de Rosario, la Radio FM Positiva (grupo al máximo por el Impenetrable Chaqueño), el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, la Maternidad Martín, el Hogar Encuentro y la Asociación de Amas de Casa “Blanca del Valle Ríos” de Villa Gobernador Gálvez. “Rosario Abriga” es el nombre con el que bautizaron a este grupo, que promete seguir entrometiéndose con su ternura, su alegría y su amabilidad en la vida de muchos pequeños que no quieren pasar frío.

El hábito de colaborar con quienes más lo requieren que tienen las integrantes de “Rosario Abriga” no surgió de un día para el otro. De hecho, estas mujeres de distintas edades iniciaron este camino de participación y altruismo en 2010, etapa en la que se dedicaban a tejer cuadrados de lana de 10 cm x 10 cm para hacer frazadas de 70 cm x 70 cm. Estos tejidos eran enviados a dos grupos que se ocupan de hacer donaciones a diversas entidades públicas, denominados “Tejiendo por un sueño” y “Santa Fe Abriga”, de Buenos Aires y Santa Fe, respectivamente. Una inquietud fue la detonante para que “Rosario Abriga” tuviera lugar, la cual estaba relacionada con que el territorio rosarino tiene su propias carencias y necesidades, que no son escasas por cierto. Gracias tanto a esta preocupación como a los inmensos deseos de colaborar (así como también al boca en boca y a las redes sociales), esta agrupación pasó de tener sólo cinco miembros a más de 350 en doce meses. Todos colaboran desde sus posibilidades en la creación de mantas y encantadora ropa de bebé, ya sea donando materiales, tejiendo o cociendo.


¡Feliz cumpleaños, Rosario Abriga! 

El 6 de junio, “Rosario Abriga” cumplió un año de existencia y, como no podría ser de otra forma, el grupo tuvo su festejo el domingo 10 en el parque Hipólito Yrigoyen (Alem y Rueda), en el marco de una feria de arte y cultura organizada por la Biblioteca “Pocho Lepratti”. Nada faltó esa tarde soleada y cálida: había radio abierta, una agrupación de gente que leía cuentos a los más pequeños, músicos populares en vivo, artesanos exhibiendo sus productos, familias que paseaban con sus mascotas, niños que jugaban y corrían por el pasto, un partido de fútbol en las cercanías y un rincón especial en donde numerosas mujeres de las generaciones más diversas tejían, juntaban donaciones, tomaban mate, comían delicias caseras y charlaban acerca del proyecto con los curiosos que se acercaban a ver sus preciosas creaciones. Mantas, escarpines, bufandas, gorros, chalequitos y cuadrados de lana en abundancia se podían apreciar apilados en el centro de la “carpa” en donde se ubicaron las tejedoras. Estaba repleto de carteles, identificaciones, agujas, lanas, calcomanías, folletos e incluso encantadores souvenirs tejidos que fueron elaborados por ellas mismas para “mimar” a todos los que participaron de la celebración.

Resultaba admirable el trato que las referentes de “Rosario Abriga” tenían con todas las personas que quisieron compartir la tarde con ellas. La cordialidad y la simpatía estuvieron presentes en todo momento, sin dejar de mencionar que muchas integrantes del grupo no se conocían en persona. A través de la mateada en el parque Yrigoyen, tuvieron la posibilidad de verse las caras por primera vez, aunque se relacionaron como si se conocieran de toda la vida. Estas mujeres siempre se mostraron dispuestas a interiorizar a los interesados sobre lo que hacen, a compartir mate o una porción de torta, a repartir folletos para seguir difundiendo el proyecto e incluso a brindar auténticas clases de tejido para las principiantes que se arrimaron al gazebo y se animaron a tejer por primera vez.

La “araña reina”
 

Natalia Calviño es una de las fundadoras de “Rosario Abriga”. Ella tomó la iniciativa para que este maravilloso proyecto se convirtiera en algo más que un simple sueño. Al igual que el resto de las referentes del grupo, recibió a Bendito Lunes en la mateada del 10 de junio con mucho afecto y una completa disposición para responder a las inquietudes que se fueron presentando. Divertida y cordial, dejó en claro la importancia que tiene la agrupación en su vida y que la base de todo lo que lograron hasta ahora es la solidaridad.

¿Cuándo empezaste a tejer?
Empecé a tejer allá por el año 2004, antes de eso no sabía ni agarrar las agujas. Siempre digo que si yo pude aprender, cualquiera que tengas ganas y perseverancia, puede hacerlo.

En general, ¿las integrantes de “Rosario Abriga” trabajan?
Todas trabajan, algunas con horario y otras en sus casas, pero todas tienen una pila de obligaciones entre las que se hacen de un tiempo para ayudar a los que lo necesitan. La verdad es que es un grupo de personas maravillosas, todas muy solidarias y con muchas ganas de colaborar.

¿Tuviste alguna mala experiencia durante este año relacionada con el grupo?
Las malas experiencias siempre quedan opacadas con las entregas y con la buena voluntad de todas las que colaboran en este proyecto. Por suerte son más las cosas buenas que las malas y eso ayuda mucho a seguir adelante con este sueño.

¿Qué es para vos la solidaridad?
Es una parte de mi vida, me completa, me llena y me hace muy feliz. Ver las caritas de quienes reciben un regalo que no se esperan es fantástico y te carga de energías positivas. ¡Es impresionante cómo ayuda ayudar!

¿Qué significa “Rosario Abriga” en tu vida?
Es un proyecto que, gracias a todas las personas que se suman a colaborar, se convirtió en una realidad. Para mí es parte de lo que soy, de lo que quiero ser y de cómo me gustaría que fuesen más personas.

¿Tenés contacto con algún/a padre/madre de bebés a quienes hayan ayudado?
Muchas veces las entregas se realizan a través de los voluntariados de los hospitales y maternidades. Siempre tratamos de amoldarnos a las reglamentaciones de cada institución para no pasar por sobre nadie y son muy pocas las veces que podemos tener contacto directo con los papás y mamás. La última vez las dimos en el hospital de niños directamente en mano a los papis y mamis que estaban con sus hijos en diferentes salas. Pero después de eso no hemos tenido más contacto con ninguno de ellos.

¿Alguna anécdota que destaques de este año de existencia de “Rosario Abriga”?
Anécdotas por suerte hay muchas. Lo que más me emociona es ver cómo gente que no se conoce personalmente cuando se realizan las mateadas terminan sentándose juntas y aprendiendo las unas de las otras. Gente que seguramente de otro modo no tendría contacto, ya que tiene diferentes pensamientos políticos, religiosos, y son súper distintas. Lo único que las hermana es “Rosario Abriga” y salen cosas maravillosas de cada reunión.

¿Dentro del grupo hay hombres que colaboren?
Siempre "pierde" el marido de alguna de las integrantes ya que nos llevan, nos traen, nos ayudan aunque no se den cuenta. Pero ni tejiendo ni cociendo tenemos a ninguno.

¿Qué proyectos tienen en el grupo para el futuro?
Seguir creciendo y ayudando. Sabemos que estamos por el buen camino y todo el tiempo se está sumando gente con ganas de colaborar. Hay tanto por hacer que nunca alcanzan las manos para seguir trabajando.

Gracias totales

“Rosario Abriga” es un excelente ejemplo de solidaridad en un mundo que se presenta como un lugar egoísta e ignorante. Es una luz ante la oscuridad que emanan aquellas personas que cierran los ojos o miran para otro lado cuando lo que observan no les gusta. La generosidad es un valor esencial para desarrollo de una sociedad y para que ésta pueda funcionar en armonía. Hay múltiples maneras de brindar ayuda al otro, y este grupo de mujeres tan encantadoras encontró una de las más tiernas: dar abrigo. Porque “abrigar” no es sólo defender contra el frío: significa amparar, auxiliar, resguardar. Gracias por proteger a los bebés que más lo necesitan, tanto de las bajas temperaturas como del egoísmo y la exclusión. Sin lugar a dudas, este caso es un excelente ejemplo de que “la bondad es símbolo de superioridad”.


¿Qué juntan en “Rosario Abriga”?
* Lanas (No hace falta que sean madejas. Hablamos de esos "restos de lana" u pequeños ovillos que quedan dando vueltas, y que en definitiva no se terminan usando para nada)
* Cuadrados de 10 cm x 10 cm. en cualquier técnica de tejido y con cualquier material.
* Tiras de 10 cm x 70 cm en cualquier técnica de tejido y con cualquier material.
* Mantas cuadradas que terminadas miden 70 cm x 70 cm en cualquier técnica de tejido y con cualquier material.
* Retazos de polar, jogging u algún otro género con el que se puedan realizar mantitas.