martes, 15 de mayo de 2012

OBESIDAD: UNA ENFERMEDAD SUMAMENTE PELIGROSA
Una cuestión de peso  

Por Giuliana Pecora 

En Argentina, son muchas las personas que sufren de obesidad, que en muchas situaciones los lleva a la muerte. Una enfermedad que ataca tanto a niños como a adultos, produciendo no sólo déficits a niveles corporales sino también psicológicos. Es una enfermedad que mata a muchos y que se presenta silenciosamente. Puede llegar por algún problema psicológico o bien una carga genética fuerte. En una charla con la licenciada en Nutrición, Romina Donatelli, y a partir de una visita al grupo de reunión de la fundación del Dr. Cormillot, ALCO, se pudo dejar en claro qué es, por qué se da y cuáles son sus riesgos.

 “La obesidad no es sinónimo de comer mucho. Es una enfermedad que puede darse por ingerir gran cantidad de alimentos. Hay gente que consumen muchas calorías y metabólicamente lo quema y no tiene obesidad -dijo Donatteli- en realidad, la obesidad tiene un conjunto de causas. Una es el comer mucho pero también hay otras cuestiones que influyen, como el sedentarismo o la carga genética”. En la Asociación de Lucha contra la Obesidad (ALCO) se intenta prevenir y combatir la obesidad desde la Infancia. “En ALCO promovemos la adquisición de conductas saludables desde la niñez, con la apertura de grupos para niños por un lado, y para adultos por el otro. En cada grupo tanto de ALCO (que es el grupo integrados por adultos que tienen obesidad) como ALQUITOS (grupo integrado por niños) se les enseñas pautas de convivencia y tolerancia con uno mismo y con la comida”, contó la psicóloga y coordinadora Marcela López.

“Muchos critican la incesante búsqueda de los gordos de la magia para adelgazar, pero en ALCO les explicamos que en realidad la magia se da en el momento en que se decide cambiar y en lugar de seguir peleando con la obesidad, se la acepta. En lugar de seguirse odiando a uno mismo por no poder hacer la dieta, se la encara de otra manera, como la solución y no como una condena”, explicó López. “La magia es empezar a ver lo mismo con ojos distintos. Firmar la paz con el cuerpo es aceptar lo que uno tiene y lo que es. Y aceptar la obesidad no es conformarse con ella sino superar la negación, despertarse, darse cuenta y 'hacerse cargo'. Por eso la magia es el compromiso, es conocerse, prestar atención y no repetir interminablemente lo que no funciona”, manifestó López. 

Riesgos que presenta la Obesidad 
Siempre se creyó que esta enfermedad era sólo engordar y tener kilos de más. Pero luego de tantos estudios se comprobó que no sólo trae problemas con el cuerpo de uno mismo, es decir a niveles estéticos, sino también en salud. “Los riesgos que más presenta esta enfermedad son lo que comprometen al corazón. Es decir, los riesgos cardiovasculares. Todo lo que sea, por ejemplo, colesterol alto, triglicéridos, que también influyen a los deterioros del corazón. Todo lo que tape las arterias influye en riesgo para la salud. Aquí tenemos ejemplos de enfermedades que comprometen seriamente la salud de la persona, después hay otras que también tienen que ver con la enfermedad en si, como la hipertensión o la diabetes que pueden aparecer si es que se tuvo una obesidad previa”, explicó Donatelli. “

Durante el embarazo, si la mamá es obesa o tiene sobrepeso, por ejemplo, se le pide que no aumente tanto de peso. Se tiene que aumentar para brindarle al bebé todo lo que necesita para crecer, pero aumentar tanto puede generar también algún riesgo a su hijo”, aclaró la nutricionista. Obesidad Infantil. Mitos y verdades Se dice, y aún muchas de las abuelas lo siguen afirmando, que un niño gordo es un niño sano. Es el primer pensamiento en el común de la gente que se tiene que eliminar. “Cuando vemos un bebé que es gordito decimos 'ay qué lindo, qué gordito que sano', pero lo más probable es que ese niño de grande tenga muchas complicaciones. Entonces es preferible que no sea tan gordito y tan cachetón, como se creía antes. Antes sí se pensaba que estar gordito era sinónimo de salud y ahora no, ahora es al revés. Estar flaco es sinónimo de salud. Tampoco tenemos que irnos al extremo de la desnutrición pero sí es preferible un peso normal que un sobrepeso en un chico”, aclaró la doctora. 

"Muchos adultos obesos de la fundación manifiestan la importancia que hubiera sido haber podido contar con un grupo de ALQUITOS cuando niños. Hoy por suerte, ALCO tiene la posibilidad para ayudar a los niños con esta enfermedad", contó Marcela López. Pero no basta con que haya fundaciones o médicos que intenten ayudar, sino que también todo empieza desde casa. Otro mito que hay que eliminar es que un chico que está aprendiendo va a comer de todo. Esto no es así. Si a los chicos no les gustan ciertos alimentos, no los van a consumir. “Hay nenes que no comen ciertas verduras, como el caso de un nene que tiene tres años y no le gustaban las lentejas. Lo que hacía era separarlas. Entonces uno piensa cómo puede evita comerlas con sólo 3 años, pero los chicos son así, si algo no les gusta no lo van a comer”, apuntó la nutricionista. Y lamentablemente, la escuela no ayuda mucho. Es demasiado difícil para los chicos con sobrepeso ir a la escuela y no tentarse en el quiosco. “Los alimentos que se deberían consumir en las escuelas son más yogures con cereales y todos sus derivados. Las barritas, los turrones, las tutucas o las 'almohaditas'. Más frutas. Lo que no se debería vender son pre-pizzas, facturas, sándwiches a las 9 de la mañana, por ejemplo. No digo que no se las deben dejar de vender porque un chico si se quiere comer un alfajor lo puede hacer, pero sólo en un horario adecuado como a la hora del almuerzo. Y sobre todo las gaseosas, que los chicos sin darse cuenta la consumen y no saben que están ingiriendo un montón de azúcares, calorías y sodio, que para cualquier metabolismo son perjudiciales”, argumentó Donatelli. 

Lo importante es saber que para que un chico haga dieta se debe empezar desde casa. Ante todo se debe saber que un chico que aprende hábitos y conductas buenas en cuanto a la alimentación, no se lo olvida más. Y que ello los va a acompañar a lo largo de toda su vida. “Que un chico haga dieta es difícil. Tenés que hablar no sólo con el chico sino también con los padres. Es difícil decirle a un nene no podés comer tal cosa, sólo es cuestión de tratar de negociar. Tratar de que se impongan cosas que a él le gustan. Pero también hay una realidad, y es que en la escuela los niños de su edad que no padecen de la obesidad, se le burlan. Si a eso le agregamos que encima vaya con una manzanita a la escuela, se le van a burlar más todavía. Entonces yo aconsejo que trate de elegir. Para un niño de 9 o 10 años, es fundamental que se sienta acompañado en sus padres”, dijo Donatelli. La realidad es que muchos padres no saben cómo ayudar a sus hijos. No por desinterés o ignorancia, sino porque simplemente a veces no saben cómo llegar a ellos. La obesidad es una enfermedad muy difícil de afrontar, tanto para el que la padece como para su familia. Una enfermedad que acarrea muchos problemas, no sólo corporales sino también psicológicos. Se debe entender que si los niños no son ayudados a tiempo, pueden tener serios riesgos en su vida adulta.

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